El placer de lo hecho en casa

Disfruta de la satisfacción de preparar comidas para ti y los tuyos, cuidando a tu familia con platos caseros que estrechan los vínculos entre todos.

¿Recuerdas cuando ibas a casa de tu abuela y te encontrabas con el reconfortante olor a bizcocho recién salido del horno, listo para la merienda?

Entre otras virtudes, la comida tiene el superpoder de hacernos viajar en el tiempo. Piénsalo: tus mejores recuerdos asociados a un olor, a un sabor, a una comida especial, seguro que tienen detrás una receta casera.

Y no hablamos solo de un cumpleaños o el plato especial que se hacía en casa el día de Año Nuevo. También nos referimos a todos esos rituales que se crean día a día en torno a un buen plato de comida casera. Bendita rutina: poner la mesa, contarnos cómo ha ido el día, hablar de todo y de nada… esas pequeñas costumbres nos dan la vida.

Pero ¡un momento! Si crees que reivindicamos la cocina casera en un simple ejercicio de nostalgia, estás muy, pero que muy equivocado.

La comida es lo que diferencia una casa de un hogar

Vale, sí, la comida casera tiene un componente emocional que no puede dejarse de lado. ¿Pero nos vas a decir que a ti no te gusta que la casa huela a bizcocho recién hecho? Y celebrar las ocasiones especiales invitando a los amigos, o que alguien entre en la cocina y diga “mmmm… ¿qué huele tan rico?”. La verdad es que a muchos nos encantan esos platos del día a día que saben a tradición, que se convierten en patrimonio de la familia y que son pura FELICIDAD, en mayúsculas.

Con “Recetas Creadas” puedes guardar y adaptar tus platos familiares para siempre. Y si no tienes el recetario de la familia a mano, esta es nuestra lista de clásicos que nunca pasan de moda. Recetas que te hacen feliz, que han estado, están y estarán en millones de hogares del mundo. Y que son el mejor Bienvenidos a casa que puede recibir alguien cuando entra por la puerta.

Clásicos que no pasan de moda

Clásicos reconfortantes hechos por ti

Seamos honestos: a veces, nada apetece más que una hamburguesa rápida, un trozo de pizza de la pizzería de la esquina o una magdalena comprada en la tienda. Estos «placeres inconfesables» ocupan un lugar especial en nuestras vidas, y no hay por qué sentirse culpable por disfrutarlos.

Pero cuando nos entra el antojo y tenemos un poco de tiempo, ¿por qué no hacerlos en casa? Con Thermomix® tú controlas cada ingrediente, sin sorpresas, sólo sabores puros y sin remordimientos.

Placeres sin remordimientos

Los beneficios de la comida casera

Tenemos que comer todos los días. Lo podemos hacer con platos preparados del supermercado, visitando cada día un restaurante nuevo o pidiendo a domicilio. Pero cocinar en casa siempre aporta más. Suele salir más barato, es más sano y también más ecológico. Además, ¡es una forma divertida de expresarte!

Conviértete en un profesional del túper

Muchas recetas están igual de ricas, o incluso más, al día siguiente. O lo que es lo mismo: las podemos preparar cuando tenemos tiempo, guardar en el frigorífico o congelador y disfrutarlas cuando y donde nos apetezca, incluso fuera de casa. Como por ejemplo:

  • Comer en la oficina: ¡Sé la envidia de la oficina con tu comida casera y fácil de llevar! Después, nadie querrá recurrir a las máquinas de vending.

  • Salir de pícnic: Disfruta de un delicioso pícnic con tus amigos y familiares, con platos que saben aún mejor de un día para otro.

  • Hacer un regalo original: Pocas cosas demuestran más el cariño que sientes hacia una persona que un regalo hecho por ti.

Sé la envidia de la oficina

Para un día de picnic

Caprichos para regalar

El placer de lo hecho en casa

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