Salsas emulsionadas

Una buena salsa puede transformar un plato, para ello solo debes realzarlo con sabores contrastantes o complementarios, o añadirle colores y texturas que enriquezcan la experiencia sensorial. Las salsas emulsionadas pueden ser frías, calientes, saladas, dulces, homogéneas o con textura. Prepara sin problemas salsas a veces difíciles y delicadas con tu Thermomix®.

¿Qué es una salsa emulsionada?

Una emulsión es el resultado de la combinación de dos o más ingredientes que no se mezclan fácilmente (por lo que suelen “cortarse”). La mezcla suele incluir huevo como agente emulsionante.

Salsas emulsionadas frías

Vinagreta: es todo lo que necesitas para aliñar una ensalada. Crea tus propios aderezos partiendo de la receta de vinagreta de mostaza y eneldo como guía. Prueba con distintos vinagres y aceites, añade tus especias y sabores preferidos. También puedes usar la vinagreta para marinar carnes y pescados.

Mayonesa: la salsa emulsionada por excelencia, que se prepara con yema de huevo. Como alternativa, puedes probar la mayonesa sin huevo o lactonesa preparada con leche. Añádele hierbas aromáticas para probar algo nuevo o ajo para hacer un delicioso alioli.

Para preparar una vinagreta, basta con emulsionar todos los ingredientes al mismo tiempo. En el caso de la mayonesa, vierte el aceite muy lentamente a través de la tapa del vaso, en forma de chorrito para que caiga sobre las cuchillas en movimiento y la mezcla se emulsione.

Salsas emulsionadas calientes

Sabayón o “zabaglione”: es la espuma de yema de huevo más famosa. Suele ser dulce y se prepara con azúcar, vino (normalmente marsala) y yemas de huevo. Se puede servir sola, acompañada de galletitas ("biscotti"), o como salsa dulce sobre fruta fresca o un trozo de tarta. Prueba la sabayon clásica o la sabayon de moscatel para acompañar unas ricas manzanas asadas.
Salsa holandesa: esta salsa clásica, elaborada con zumo de limón, yema de huevo y mantequilla, suele servirse con pescado, huevos escalfados o espárragos al vapor. Añádele una pizca de pimienta de cayena o hierbas frescas para realzar tus platos. Si sustituyes el zumo de limón por el de una naranja sanguina, obtendrás salsa maltesa. Prueba la Salsa holandesa de pimiento y pimentón con pescado al vapor o pechuga de pollo a la plancha.
Salsa bearnesa: hecha con chalotas, estragón, zumo de limón, yema de huevo y mantequilla, es la salsa perfecta para acompañar un bistec de ternera poco hecho al vacío.

 Cuando prepares salsas con antelación, guárdalas cubiertas con film transparente directamente en contacto con la superficie de la salsa y evitarás la formación de una película.

Elige tu salsa preferida para realzar tus platos con un toque extra de sabor.

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