La palabra despensa trae a la mente todo el encanto del hogar:
productos indispensables etiquetados con esmero, filas ordenadas de masas, encurtidos y conservas, frascos salsa de tomate, cereales crujientes, copiosos sacos de patatas recién recogidas, el dulce aroma de frutas frescas de temporada, envases de exquisitas galletas y cremosos pasteles con chocolate…
Una despensa bien surtida con ingredientes para una buena cocina casera es una fuente de alegría permanente. El placer de cocinar y hornear en casa, junto con la pasión por saber exactamente lo que comemos, es la clave para reunir los mejores ingredientes caseros.
Con Thermomix®, es fácil preparar tus propios ingredientes sin alérgenos, desde harinas sin gluten y mayonesa sin huevo hasta bebidas vegetales y salsa de tomate con un toque.
• Son más baratos.
• Son más frescos.
• Generan menos desechos y son más sostenibles.
• Están preparados a tu gusto.
• Siempre sabrás lo que hay en tus platos.
Funciones del Thermomix® como cortar, triturar, mezclar y amasar te permiten elaborar tus propios condimentos y aderezos; salsas, combinaciones de especias, caldos y sazones; mantequillas, aceites y fermentos que cambiarán tu forma de cocinar y la convertirán en una maravillosa experiencia.
Al comprar los ingredientes a granel y de temporada, ahorras dinero y contribuyes a cuidar el medio ambiente. Usa frutos rojos para hacer mermeladas, calabazas para el relleno de tus tartaletas caseras, o albahaca fresca para hacer una salsa pesto.
Guarda el azúcar granulada en tu despensa y muélela para hacer azúcar glas cuando lo necesites. También puedes preparar tu propia mezcla de harinas a partir de granos enteros. Si tienes tanto arroz que no sabes qué hacer con él, puedes, por ejemplo, molerlo para hacer harina de arroz, que puedes usar en recetas muy distintas.
Tu Thermomix® demuestra sus superpoderes a la hora de hacer salsas. Ya sea una salsa curry, para pasta o un pesto, son muy fáciles de preparar desde cero.
Las especias se mantienen frescas más tiempo si las compras enteras. Muele siempre tus propios ingredientes cuando los necesites, y mantendrán toda su frescura y su sabor, de modo que podrás también guardarlos para después.
¿Te has encontrado con algún tarro misterioso en la despensa? Si tienes todo bien etiquetado, siempre sabrás el contenido de tus envases y sus fechas de caducidad. Prepara una o dos cosas por semana para ir teniendo en casa, y verás que pronto tendrás la despensa llena de tus propios productos caseros.