Mejora el sabor de cada comida al combinarla con la cerveza adecuada, un ingrediente sorprendentemente versátil en la cocina. ¡Sigue leyendo para aprender a elegir las cervezas perfectas!
¿Estás cansado de maridar un bistec siempre con vino tinto? Las cervezas malteadas realzan los sabores de la carne gracias al contraste con la sal. Las cervezas de estilo belga, como Dubbels y Tripels, con sus notas de caramelo y azúcar moreno, añaden una dimensión más sabrosa al descomponer la grasa y potenciar la caramelización de la carne roja. Estas cervezas con un toque dulce también persisten en el paladar, mejorando el sabor a nuez de la carne, especialmente en cortes añejos y muy veteado.
La cerveza es una excelente elección para el pollo asado y otros platos deliciosos como coq au vin o pollo marsala, ya que aporta frescura. Las ales de granja, como la Saison, son muy efervescentes, lo que reduce la densidad del plato. Su toque afrutado equilibra la mantequilla sin ser demasiado dulce, contrarrestando eficazmente la grasa y el aceite y refrescando el paladar de las salsas saladas. Además, las Saisons ofrecen notas especiadas que complementan los sabores terrosos de las aves de corral.
Los platos más contundentes, como el chile con carne o los guisos cocinados a fuego lento, requieren una cerveza igualmente robusta que pueda enfrentarse a sus intensos sabores y añadir otra dimensión al plato. Las Stouts y Doppelbocks son extraordinariamente sabrosas, tostadas y corpulentas, ideales para contrarrestar las salsas espesas y los trozos de carne sazonada. Conocidas como "pan líquido", estas cervezas se combinan con los alimentos como panecillos calientes sumergidos en una deliciosa salsa, pero con un refrescante toque dulce que crea el bocado perfecto. Notas de pasas, caramelo e incluso trufa de chocolate elevan los guisos de carne a otro nivel, añadiendo un factor aromático que deleita todos los sentidos.
Disfrutar mariscos con una cerveza de levadura es incluso mejor que hacerlo con vino, con la ventaja adicional de saciar la sed en una tarde soleada devorando vieiras y cangrejos. Las witbiers, con su ligero sabor dulce a miel, se complementan perfectamente con el dulzor de los mariscos y los envuelven en un abrazo aterciopelado gracias a la avena. El final afrutado y maltoso de este estilo de cerveza completa la suavidad de la langosta, creando capas complejas de sabor que no se encuentran en el pescado por sí solo.
Incorporar cerveza a tus recetas es una manera sencilla de realzar los sabores. Úsala al asar, hornear o cocinar a la parrilla para lograr una caramelización más profunda y añadir un toque a las salsas. Al utilizarla como líquido para hervir verduras a fuego lento en lugar de agua, la cerveza les otorgará un sabor más vibrante y distintivo. Además, aporta un rico sabor terroso a sopas y guisos, como si hubieran sido cocinados a fuego lento durante horas. Incluso puedes añadir cervezas con notas a nuez a los postres para agregar más capas de sabor. No te preocupes por el contenido de alcohol, ya que prácticamente se evapora completamente durante el proceso de cocción.